Las distorsiones cognitivas y cómo influyen en nuestra manera de pensar
Las distorsiones cognitivas ocurren cuando nuestra mente interpreta los eventos de una manera que no es del todo objetiva. Es algo que hacemos todo el tiempo, casi sin darnos cuenta. Todas experimentamos estas distorsiones, que no son más que patrones o formas de pensar, y son especialmente comunes en personas que atraviesan momentos de depresión o dificultades emocionales.
Aunque puede ser sencillo detectar las distorsiones cognitivas en otras personas, identificarlas en nosotras mismas es un poco más complicado, pero totalmente posible. Lograrlo puede tener un impacto positivo y duradero en la manera en que enfrentamos los factores estresantes de la vida.
A continuación, te comparto las 10 distorsiones cognitivas más comunes, junto con ejemplos de cómo se relacionan con el estrés. Quizás te sorprenda reconocer algunas que ya forman parte de tu día a día. Si logras detectarlas y trabajar en ellas con suavidad, estarás dando un gran paso hacia una vida con menos reactividad al estrés.
1. Pensamiento de todo o nada
Esta distorsión nos lleva a ver las cosas en términos extremos, sin considerar puntos intermedios. Quienes caemos en esta forma de pensar solemos usar expresiones como «siempre» y «nunca». Por ejemplo, «¡Siempre me quedo atrapada en el tráfico!» o «¡Mis jefes nunca me escuchan!». Este tipo de pensamiento puede amplificar los factores estresantes, haciéndolos ver más graves de lo que realmente son.
2. Generalización excesiva
La generalización excesiva ocurre cuando tomamos un hecho aislado y creemos que se repetirá en el futuro. Por ejemplo, tras tener una mala experiencia con una vendedora, podríamos empezar a pensar que todas las compras serán estresantes o que todo el personal será grosero.
3. Filtro mental
Quienes usan un filtro mental tienden a enfocarse en los aspectos negativos, dejando de lado lo positivo. Incluso si la mayoría de las cosas salen bien, una persona con filtro mental solo se fijará en el pequeño detalle que salió mal. Esto puede hacer que una situación parezca mucho peor de lo que es, especialmente si combinamos este filtro con el pensamiento de todo o nada.
4. Descalificar lo positivo
Esta distorsión nos lleva a minimizar o ignorar los aspectos positivos de nuestras experiencias, atribuyéndolos a la suerte o al azar. Es como si los éxitos y cosas buenas no contaran. ¿Te ha pasado alguna vez que intentas ayudar a alguien y esa persona rechaza todas tus sugerencias con un «Sí, pero…»? Esto es un ejemplo de descalificación de lo positivo.
5. Saltar a conclusiones
Este es un hábito común: llegar a conclusiones (a menudo negativas) sin suficiente evidencia. A veces, incluso buscamos activamente pruebas que refuercen nuestra conclusión, ignorando todo lo que podría indicar lo contrario. Por ejemplo, una niña nueva en la escuela puede pensar que todos la odian, aunque no haya señales claras de ello.
6. Ampliación y minimización
Aquí, se exageran los eventos negativos y se restan importancia a los positivos. Un ejemplo común es imaginar el peor escenario posible y creer que es lo que seguramente ocurrirá. Esto nos genera mucho estrés y ansiedad.
7. Razonamiento emocional
El razonamiento emocional ocurre cuando dejamos que nuestras emociones dicten nuestras conclusiones, en lugar de analizar los hechos. Frases como «Me siento abrumada, por lo tanto, este problema es imposible de resolver» son ejemplos claros de esta distorsión.
Las personas que usan mucho la palabra “debería” suelen tener reglas rígidas para sí mismas y para los demás, lo que puede generar bastante estrés. Si sientes que te impones muchas expectativas del tipo «Debería hacer esto», podrías estar bajo la influencia de esta distorsión.
9. Etiquetado y etiquetado incorrecto
Etiquetar es asignar nombres inexactos o negativos tanto a nosotras mismas como a los demás. Frases como «Ella es una farsante» o «Soy una inútil» son ejemplos de esta distorsión. Estas etiquetas limitan nuestra visión de las personas y nos encierran en estereotipos.
10. Personalización
Finalmente, la personalización ocurre cuando nos culpamos por cosas fuera de nuestro control o cuando culpamos a otros por cómo nos sentimos. Esto puede añadir estrés innecesario a nuestras vidas.
Si te reconoces en alguna de estas distorsiones, ¡eso es positivo! Ser consciente de ellas es el primer paso para trabajar en su corrección y mejorar tu bienestar.
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Hemos estado ahí: nos sentimos un poco extrañas, como si algo nos faltara, pero no sabemos con exactitud qué es. Ante la duda, preferimos ignorarlo y seguir adelante.
Pero, ¿y si esas sensaciones son señales de que no estamos cubriendo nuestras necesidades?¿si estamos necesitando autocuidados?
Abraham Maslow, un destacado psicólogo dentro de la Psicología Positiva, plantea que todas tenemos una jerarquía de necesidades que demandan autocuidados. Estas abarcan desde lo básico hasta lo más elevado:
🍃Necesidades físicas: aire, agua, alimento, descanso, entre otros. 🍃Necesidades de seguridad: estabilidad laboral, seguridad física, recursos, etc. 🍃Necesidades emocionales: amor, amistad, afecto, relaciones familiares. 🍃Necesidades de autoestima: respeto, reconocimiento, sentirse competente. 🍃Necesidades espirituales: búsqueda de la autorrealización, desarrollo pleno del potencial.
No cubrir estas necesidades puede afectar significativamente nuestra salud y bienestar, tanto física como emocionalmente. Por ejemplo, no dormir bien puede deteriorar nuestra salud mental, lo que puede generar irritabilidad y, en consecuencia, afectar nuestras relaciones personales.
Entonces, ¿por qué no revisamos juntas algunas señales de necesidades no satisfechas que requieren autocuidados?
30 señales de que no estás cubriendo tus necesidades
Vamos a repasar algunas señales que podrían indicar que estás descuidando tus necesidades en diferentes áreas de tu vida.
Autocuidados y Necesidades físicas
No cubrir las necesidades físicas básicas puede afectar no solo tu bienestar mental y emocional, sino también tu salud física. Presta atención a las siguientes señales y trata de hacer ajustes:
Siempre estás cansada: Si te sientes agotada frecuentemente, quizá no estás durmiendo lo suficiente o no te alimentas de manera adecuada. Te enfermas con frecuencia: Cuando no duermes bien o tu alimentación es deficiente, tu sistema inmunológico se debilita, provocando que sufras resfriados, dolores de cabeza u otros malestares. Te sientes irritable o de mal humor: La falta de sueño o incluso el hambre pueden causar irritabilidad y afectar tu estado de ánimo.
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Te cuesta concentrarte: La confusión mental o dificultad para concentrarte podría ser el resultado de una alimentación desequilibrada, falta de hidratación o sedentarismo. Antojo de comida chatarra: Si sientes antojos de alimentos poco saludables, puede ser que tu cuerpo esté tratando de compensar la falta de nutrientes. Cambios de peso: Fluctuaciones significativas en el peso, ya sea subir o bajar, pueden indicar un desequilibrio en tu alimentación o nivel de actividad física. Dolores corporales: El dolor persistente, especialmente en la espalda o articulaciones, podría deberse a un estilo de vida sedentario. Disminución de la movilidad o fuerza muscular: Si notas que te cuesta moverte o que has perdido fuerza, es una señal de que podrías necesitar más actividad física.
Sentirse segura es fundamental para nuestro bienestar. Si no cubres estas necesidades, podrías experimentar lo siguiente:
Estás siempre nerviosa: Si no te sientes segura en tu entorno, es común que te sientas ansiosa o inquieta. Dificultad para confiar: La falta de seguridad puede generar desconfianza en los demás, incluso en personas cercanas, lo que lleva a relaciones tensas o aislamiento. Evitas ciertas personas o lugares: Si te sientes insegura en algún ambiente, puede que intentes evitarlo aunque no sea razonable o conveniente. Te sientes paranoica: La desconfianza excesiva puede ser una señal de que no te sientes protegida o segura. Estás hiperalerta: Estar constantemente en guardia, escaneando tu entorno en busca de posibles amenazas, es otra señal de que no te sientes segura. Consumo de sustancias: Podrías recurrir a sustancias como el alcohol o las drogas para lidiar con la ansiedad o miedo.
Autocuidados y Necesidades emocionales
No cubrir tus necesidades emocionales puede hacer que te sientas profundamente insatisfecha o desconectada. Algunas señales de que no estás emocionalmente realizada incluyen:
Te sientes sola incluso estando acompañada: Quizá tus relaciones no están siendo tan satisfactorias o de calidad. Estás emocionalmente agotada: Sentir tristeza o vacío constantemente puede indicar que no estás recibiendo el apoyo o amor que necesitas. Te sientes insensible: Puede que te desconectes de tus emociones para no lidiar con el dolor emocional. Dificultad para expresar emociones: Si te cuesta abrirte o ser vulnerable, podría ser porque tus necesidades emocionales han sido ignoradas en el pasado. Evitas la intimidad emocional: Puedes rehuir conexiones profundas por miedo al rechazo o porque te acostumbraste a que no se cumplan tus necesidades emocionales. Hábitos poco saludables: Recurrir a mecanismos de afrontamiento como comer en exceso o usar sustancias puede ser una forma de llenar el vacío emocional.
Autocuidados y Necesidades de autoestima
Cuando no cubres tus necesidades de autoestima, esto puede afectar tu confianza. Algunas señales incluyen:
Te sientes insegura: Puedes dudar de tus habilidades o valor personal. Autocrítica constante:🔗Si te criticas frecuentemente, puede que tengas un diálogo interno negativo que afecte tu confianza. Buscas validación externa:🔗 La falta de confianza en ti misma podría hacerte depender de la aprobación de los demás. Miedo al fracaso: Es posible que evites nuevas oportunidades por miedo a no estar a la altura. Te comparas con otras: Compararte continuamente con los demás puede ser una señal de que no te sientes valorada. Dificultad para aceptar cumplidos: Si te cuesta aceptar elogios o los descartas, puede ser porque no crees merecerlos.
Autocuidados y Necesidades espirituales y autorealización
No satisfacer tus necesidades espirituales y de autorealización puede hacer que te sientas desmotivada o desconectada. Algunas señales de que te falta algo en esta área son:
No tienes claro tu propósito: Si te preguntas constantemente sobre el sentido de tu vida, podría ser una señal de que necesitas mayor conexión espiritual. Te sientes estancada: Sentir que no estás creciendo o evolucionando como persona puede indicar una falta de realización personal.Te falta inspiración: es posible que te sientas sin inspiración o bloqueado creativamente, lo que puede ser extremadamente desmotivador. Te sientes desconectado: no te sientes conectado con algo más grande que tú, como un poder superior, la naturaleza o un sentido de significado universal, lo que te hace sentir fuera de sincronía con el mundo que te rodea.
Cómo identificar lo que te falta
Reflexionar sobre lo que sientes puede ayudarte a descubrir lo que te hace falta. Aquí te dejo algunos pasos para guiarte:
– Reflexiona sobre tu vida y detecta en qué áreas te sientes menos realizada.
– Escucha tus emociones; a menudo son la clave para detectar necesidades insatisfechas.
– Prueba cosas nuevas para descubrir qué podría estar faltando en tu vida.
– Consulta con seres queridos o busca ayuda profesional para obtener una visión externa.
Espero que este articulo te haya ayudado a organizar las necesidades que tenemos y que de esta manera puedas ponerte en marcha para cuidarte de una manera más fácil.
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Pasos prácticos para reconectar con tu verdadero yo y sentido de vida
Todas hemos pasado por esos momentos en los que la vida nos supera y no encontramos nuestro rumbo. Nos preguntamos: «¿Quién soy de verdad?» o «¿Qué estoy haciendo con mi vida?». Esos momentos en los que simplemente nos sentimos… perdidas.
En primer lugar, empecemos por quitarle ese tinte dramático del que suele estar imprenada esta temática. El sentirse perdidas es algo normal que se presentará frecuentemente si no trabajamos en ello. Pero, ¿alguien nos enseña a hacerlo? Espero que próximamente si, porque en nuestra generaciaón, no lo han hecho. Y lo sé porque mis pacientes suelen ser todas de edades similares a la mia (29).
Asi que, tranquila, reencontrarse a una misma no tiene porqué ser estresante y angustiante, todo lo contrario, puede ser un proceso muy disfrutable si lo enfrentas con esa actitud.
Nos perdemos en la vida igual que cuando manejamos y tomamos un desvío equivocado, o cuando no tenemos un mapa claro, o algo inesperado cambia nuestra ruta
Ya sea que estés en un punto crítico en tu carrera, lidiando con una pérdida, sintiéndote desconectada de ti misma o de las personas que amas, o simplemente un poco a la deriva en el caos del día a día, quiero que sepas que no estás sola. Sentirse perdida es algo muy común y, aunque no lo creas, es una oportunidad para crecer y redescubrirte.
Encontrarte no es tener todas las respuestas de una vez, sino dar pequeños pasos para entender quién eres y qué es lo que realmente te importa. Es un proceso que implica pruebas y errores. No es algo que se hace a las apuradas, asique tómatelo con tiempo. Aquí te dejo algunos pasos para empezar.
Sentirse perdida puede ser deprimente. No saber quién eres ni qué quieres de la vida puede ser agotador y un poco desmotivante. Pero, ¡no todo está perdido! Hay cosas que puedes hacer para reencontrarte.
Si tomas tiempo para ti, reflexionas, exploras tus intereses y construyes relaciones auténticas (con límites sanos, claro), poco a poco podrás reconectar con tu verdadera esencia.
Descubrir quién eres y tener claro tus valores, pasiones, fortalezas y debilidades no es un lujo; es clave para tu salud mental. De hecho, la ciencia nos dice que tener un fuerte sentido de identidad se asocia con mayor bienestar. Además, tener un propósito en la vida le da dirección y significado, y eso es fundamental para tu felicidad.
Antes de pasar a reflexionar sobre tu sentido de vida o sentimiento de sentirse perdida, te invito a que busque lapiz y papel (o tu telefono) y escribas. No lo hagas si no escribes. Si buscas avances significativos, debes comprometerte contigo misma a escirbirlo.
Practica la autorreflexión
La autorreflexión es una herramienta súper poderosa para conocerte mejor. Te comparto algunas ideas para empezar:
🍃Revisa tu crianza: Reflexiona sobre los valores con los que creciste. ¿Qué cosas de tu familia y tu cultura te siguen funcionando? ¿Qué podrías cambiar? ¿Hay frases que aún repites? ¿Formas de hacer las cosas que aprendiste de niña? Piensa en cómo te enseñaron a ver la vida, las relaciones, el trabajo y el tiempo libre. Esto te dará una pista de cómo ves el mundo hoy.
🍃Reflexiona sobre tus experiencias: Piensa en los momentos clave de tu vida y cómo han influido en quién eres hoy. Tus experiencias son como las piezas de un rompecabezas que te ayudan a entender quién eres y cómo actúas.
🍃Identifica tus valores: ¿Qué es lo que realmente te importa? Un buen ejercicio es preguntarte: ¿Qué harías si te quedaran solo 6 meses de vida? ¿Qué dejarías de hacer?
🍃Cuestiona tus creencias: Todas tenemos creencias sobre nosotras mismas y el mundo que nos rodea. A veces, sentirnos perdidas es una señal de que esas creencias ya no nos sirven. Cuestionarlas puede ser muy liberador. En mi caso, me costó mucho tiempo aceptar que mi trabajo como psicologa era suficiente, ya que crecí creyendo que el trabajo debe ser duro y agotador.
🍃Fija metas a futuro: Imagina tu vida ideal. ¿Cómo te gustaría que fuera tu carrera, tus relaciones, tu familia? Luego, traza un plan para llegar ahí.
🍃Reconoce tus fortalezas y debilidades: Sé honesta contigo misma sobre tus habilidades y tus áreas de mejora. No somos perfectas, y eso está bien. Reconocerlo te ayudará a crecer.
🍃Aprende de tus errores: Piensa en las veces que has fallado, no para castigarte, sino para aprender qué puedes hacer diferente la próxima vez.
Explora tus intereses
Descubrir qué es lo que realmente te motiva puede ayudarte a reconectar con tu propósito. Aquí te dejo algunas ideas para hacerlo:
💕Prueba cosas nuevas: Atrévete a experimentar con nuevos hobbies, deportes o actividades creativas. ¡Nunca sabes lo que puede apasionarte!
💕 Recupera viejas pasiones: Si antes amabas hacer algo y lo dejaste de lado, ¿por qué no volver a intentarlo?
💕 Sigue tu curiosidad: Busca actividades que te llamen la atención, aunque te saquen de tu zona de confort.
💕 Fíjate qué te da energía: Observa cómo te hacen sentir las distintas actividades y qué te enseñan sobre ti. Quédate con las que te llenan de energía y satisfacción.
💕 Conecta con personas afines: Rodéate de personas que compartan tus intereses y valores. Eso te ayudará a formar conexiones más significativas.
Reflexionar con todas estas ideas con cierta frecuencia te ayudará a entrarte. Recuerda que, muy a diferencia de como el marketing agresivo nos quiere hacer creer, las cosas toman tiempo, debe hacerse con calma, con tranquilidad, finalmente, la respuesta está solo en ti, y cuánto estés dispuesta a buscarla.
Si ya lo has hecho todo, si ya refelexionaste sobre todos estos puntos y aún así sientes que falta más, te comparto esto otro artículo para inspirarte. Disparadores para escribir 🔗 y también este otro recurso de la web 🔗
De todas formas, a veces se puede volver un poco a cuestas, y es ahi cuando seria bueno que puedas buscar ayuda profesional para acortar el camino y ganar tiempo. No dudes en consultarme! Estaré encantada de ayudarte.
Con cariño, Jennifer✨
La imagen de este artículo es una foto de Aboodi Vesakaran: https://www.pexels.com/es-es/foto/modelo-19050854/ Gracias! 💝
Hola! Hoy quiero hablar sobre el resentimiento, un sentimiento que puede amargarnos profundamente. 😖
Ya sea que alguien nos haya herido de manera consciente o no, ese dolor suele dejar una marca duradera. Despierta una serie de emociones como la ira, la tristeza, la frustración, la confusión y la indignación, que pueden inundar nuestra mente y hacernos sentir una profunda injusticia. Para algunas de nosotras, estos sentimientos pueden instalarse en nuestros pensamientos, repitiéndose con frecuencia y creando un resentimiento constante hacia la situación o hacia quien nos lastimó.
El gran problema del resentimiento es que, al mantenerlo dentro, nos termina afectando más a nosotras que a la persona que nos ofendió.
A continuación, exploraremos las razones más comunes por las que es difícil dejar atrás el resentimiento, cómo este sentimiento puede afectarnos a largo plazo y algunas formas efectivas de procesarlo y aliviarlo.
5 razones por las que no puedes dejar ir el resentimiento
1. Sientes que no hay cierre ni resolución
Cuando una situación parece estar sin resolver, puede ser difícil seguir adelante. Es natural que deseemos una sensación de cierre antes de poder dejar atrás los sentimientos negativos. A veces, un simple reconocimiento del mal comportamiento por parte de la otra persona podría ser suficiente para liberar el resentimiento.
2. Afrontar el problema es abrumador
Otra razón por la que podrías sentir que no hay resolución es que puede parecer más fácil quedarte en el resentimiento que enfrentar la situación y trabajar para reparar la relación. En estos casos, es común dejar que el resentimiento nos consuma, señalando indefinidamente a la otra persona en lugar de tomar pasos constructivos hacia adelante. Sin embargo, es importante afrontar el problema, incluso si no deseas continuar la relación, para encontrar paz interior.
3. Dejar ir te hace sentir como si hubieras “perdido”
El resentimiento puede surgir porque sientes que la otra persona debería «pagar» o ser castigada por lo que hizo. Dejar ir el resentimiento puede hacer que sientas que te estás rindiendo, como si estuvieras eximiendo a la persona de su responsabilidad. Pero recuerda, dejar ir no significa que la otra persona gane o que tú hayas perdido. Al soltar la ira o la frustración, te permites avanzar con tu vida sin esa carga constante.
Al soltar el resentimiento nos beneficiamos nosotras mismas.
4. Aferrarte al resentimiento te da una sensación de poder y control
Mantener el resentimiento puede dar una falsa y dolorosa sensación de poder o control sobre la situación o la persona. Puede parecer que mantienes una ventaja psicológica o que te estás protegiendo de futuros daños. Sin embargo, la mejor manera de crecer, encontrar resolución y experimentar paz interior es aceptar tu vulnerabilidad.
5. El resentimiento actúa como un mecanismo de protección
Aferrarte al resentimiento también podría servir como un mecanismo subconsciente para protegerte de futuros daños, es como si fuese una cruda forma de recordarte que en ese lugar puedes volver a ser lastimada y de esta manera te mantienes alerta.
Cómo el resentimiento afecta tu bienestar
Existe un dicho que compara el resentimiento con «beber veneno y esperar que la otra persona muera». Este sentimiento amargo y persistente puede tener un efecto negativo en nosotras, haciendo que nos retraigamos, nos enfoquemos en lo negativo y dañemos nuestras relaciones. El resentimiento puede alejar a las personas de nuestro entorno, ya que si siempre nos sentimos enojadas y amargadas, es probable que los demás prefieran mantenerse alejados.
Las investigaciones han demostrado que aferrarse al rencor puede causar estrés en el cuerpo.Un estudio publicado en «Health Psychology» en 2018 🔗 encontró que las personas que guardaron rencor y hostilidad durante una década experimentaron un mayor deterioro cognitivo en comparación con aquellas que eran más propensas a perdonar. Otro estudio 🔗mostró que quienes no perdonaron a alguien durante un conflicto obtuvieron peores resultados en una prueba física, y tendían a tener una perspectiva más pesimista.
¿Es realmente posible no sentir ningún resentimiento?
Es dificil realmente, lo que en general se sugiere es que no castigues ni te culpes por sentir lo que sientes, sino que te des la chance de reconocer el resentimiento y trabajar para procesarlo de manera constructiva. Puede que no siempre lo logres a la perfección y que el resentimiento resurja de vez en cuando, pero esforzarte por dejarlo ir y encontrar la paz será beneficioso para ti y tus relaciones.
Estrategias para empezar a dejar atrás el resentimiento
Aquí tienes algunas formas de superar gradualmente el resentimiento y encontrar una mayor paz interior:
1️⃣Entender la fuente: Identificar por qué guardas rencor puede ayudarte a enfrentarte a esos sentimientos y superarlos. Por ejemplo, si el resentimiento es una forma de autoprotección, podrías trabajar en cómo sentirte vulnerable nuevamente sin temor. Si es porque no quieres «perder», entonces podrías explorar cómo «ganar» al dejar ir las cosas.
2️⃣Examina tus expectativas: La mejor manera de eliminar el resentimiento es no crear un ambiente propenso a él. Si notas que estás pensando «¿qué gano yo?», es probable que estés a punto de sentir resentimiento. Considera también qué podría hacer la otra persona para que puedas dejar atrás la situación. ¿Es suficiente una disculpa? ¿Por qué o por qué no?
3️⃣Practica la gratitud: Ser agradecida puede parecer sencillo, pero requiere esfuerzo. Esto podría incluir reconocer las formas en que la persona que te ofendió ha tenido un impacto positivo en tu vida, en lugar de enfocarte solo en su ofensa. Practicar la gratitud también implica valorar las cosas maravillosas de tu vida y cómo, en última instancia, superan una experiencia negativa. Te comparto inspiración en este artículo para empezar a escribir tu diario.
En conclusión, sentir resentimiento es muy venenoso para una misma, no vale la pena realmente. Pero claro, no es tan fácil no sentirlo, ni tampoco se trata de sentirte culpable al experimentar el resentimiento. Es una emoción normal, y lo que debemos hacer es, como con todas las emociones, atenderla y entenderla.
Espero que esta información haya sido de tu agrado, que sea útil para ti.
No olvides que puedes contar con mi apoyo si crees necesitar ayuda con esto.
Un abrazo! 🫂
Jennifer✨
La foto que usé para este artículo es de: Foto de David Garrison: https://www.pexels.com/es-es/foto/mujer-sosteniendo-su-cabeza-2128817/ ¡Gracias David! ✨
Es común sentirse irritable de vez en cuando, pero no es saludable sentirlo todo el tiempo. Si este es tu caso, algo debe estar sucediendo que necesitas resolver.
Te despiertas y ya sientes esa molestia, desgano, y desánimo. ¡Qué difícil es empezar el día así! Sin embargo, sigues adelante porque no hay otra opción.
A medida que avanzas, todo parece un problema. El desayuno siempre es igual o no desayunas porque no hay tiempo. Luego tienes hambre, sueño, y frío o calor. Es una eterna incomodidad e insatisfacción.
Si nos dejamos llevar por nuestra natural tendencia a ser negativas, resulta en un día desgastante e insatisfactorio. Se vuelve tormentoso y abrumador, y es necesario terminar con eso de inmediato.
Estrategias para Sentirte Mejor
Es posible identificar el origen de tu malestar y sentirte mejor. Tómate el tiempo para entender y ejecutar acciones que te ayuden a estar bien, hasta que se vuelva natural. Aquí te comparto algunas ideas para empezar a sentirte más optimista:
1. Reconoce tu Irritación
Admite que el malestar no proviene de los demás. Nadie es culpable de tus sentimientos; puedes estar culpando a otros por cualquier detalle que ves en ellos. Estas son excusas que intentan justificar la irritabilidad y postergan la solución real: entender la raíz de lo que te sucede. Reconocer ante ti misma tu estado es el primer paso para resolverlo. Puntuándolo del 1 al 10 te permitirá identificar y ubicar mejor lo que sientes. Un estudio demostró que puntuar tus sentimientos te ayuda a reconocerlos mejor.
2. Determina el Origen
Lógicamente, las cosas del día a día pueden ser molestas. A veces simplemente despertaste así y tu primer pensamiento fue irritable, desencadenando una bola de nieve. Es importante que dediques tiempo a ti misma. Quizás simplemente necesitas dormir o comer. Es bueno identificar exactamente qué te molesta, ya que pueden ser diversos factores.
No prestes atención a los pensamientos que pueden aumentar la irritabilidad y convertirse en un estímulo para seguir enojada. Utilizar la respiración para relajarte y despejar tu mente es una buena oportunidad que siempre está a tu alcance.
4. Toma un Descanso
Tomar un descanso en el momento justo te ayudará a retornar a la calma y la tranquilidad para seguir adelante. Puedes hacer una pausa, o incluso programar una para escuchar música, meditar, agradecer o hacer algunos estiramientos.
5. Realiza Actividad Física
Es bien sabido que tomar un paseo o una caminata es relajante en cualquier momento. Podrías agregar una meditación activa, conectando con el momento, escuchando tu cuerpo y prestando atención a los detalles del entorno.
6. Utiliza Elementos Antiestrés
Puedes considerar comprar elementos que te permitan canalizar el estrés. Existen opciones como los cubos antiestrés, bolsitas de burbujas, pelotas o algún juguete que te guste.
7. Replantea tus Ideas
Los pensamientos negativos son siempre una fuente de malestar y estrés, por lo que no debes darles mucha cuerda. Estos pensamientos pueden cambiar tu estado de ánimo, contribuyendo a tu enojo e irritabilidad. De esta forma, ya puedes identificar esta fuente de irritación.
Entender por qué te sientes así es necesario, muy necesario, porque hay un gran motivo para esa irritabilidad. Continuar con esa actitud es dañino para tu cuerpo, tu mente, tus relaciones y tu vida en general.
Si necesitas ayuda con este tema o algún otro, puedes escribirme! O también puedes visitar la página de recursos gratuitos. Recursos gratuitos
Espero que te haya encantado este artículo.
Saludos! Jennifer✨
Foto de RDNE Stock project: https://www.pexels.com/es-es/foto/mujer-angustiada-sentada-junto-al-lago-y-tocando-la-cara-con-desesperacion-5542905/
