Así suena la depresión en las mujeres:
“Te encierras en ti misma, no quieres saber de nadie. Se te meten cosas en la
cabeza y te encierras, hasta que llega un punto que te sientes perdida y sin salida”“La depresión tiene que ver con los problemas que arrastras…los afrontas o te
dejas llevar, está claro que la depresión es la forma en la que respondes a los problemas, no tienes ganas de nada, estás en todo el momento al borde de suicidio”
La depresión es una enfermedad mental que afecta a millones de personas en todo el mundo, y las mujeres tienen una mayor probabilidad de experimentarla en comparación con los hombres. De hecho, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (Visita este link si quieres saber más), la depresión es dos veces más común en mujeres que en hombres
¿Qué es la depresión?
La depresión es una alteración patológica del estado de ánimo donde destaca el humor bajo y predominan los síntomas afectivos (sentimientos de dolor profundo, de culpa, de soledad, tristeza patológica, decaimiento, irritabilidad, desesperanza, sensación subjetiva de malestar e impotencia frente a las exigencias de la vida).
Se presentan síntomas de varios tipos:
- Tipo cognitivo: baja atención, concentración y memoria, pensamientos de muerte o ideación
suicida. - Tipo afectivo o volitivo: apatía, anhedonia, retardo psicomotor, descuido en sus labores cotidianas.
- Tipo físico o somático: cefalea, fatiga, dolores, alteraciones del sueño, somatizaciones, propensión a
infecciones.
Por lo que es una afectación global de la vida psíquica
¿Por qué las mujeres tienden más a la depresión?
Hay varios factores que pueden contribuir a esto, incluyendo factores biológicos, sociales y psicológicos. Los cambios hormonales que ocurren durante el ciclo menstrual, el embarazo y la menopausia pueden afectar el estado de ánimo y aumentar el riesgo de depresión. Además, las mujeres a menudo experimentan más estrés que los hombres debido a la carga de trabajo en el hogar, las responsabilidades familiares y la discriminación de género.
Cuando una mujer tiene un trastorno depresivo, éste interfiere con la vida diaria y el desempeño normal, y le causa dolor a ella y a quienes se preocupan por ella. La depresión es una enfermedad común, pero grave, y la mayoría de las personas que la padecen necesitan tratamiento para mejorar. La depresión afecta tanto a los hombres como a las mujeres, pero las mujeres tienen más probabilidades de que se les diagnostique con depresión.
1. Estrés y depresión
Estudios afirman que la depresión es causada en un 90% por el estrés.
Entre las principales causas de estrés en la mujer se pueden encontrar las siguientes:
- Las mujeres llevan a cabo varios roles: madre, trabajadora, ama de casa y también ser mujer, que a causa de todos los otros roles este queda de lado, llevando al descuido de una misma.
- Una gran exigencia, es que ninguno de esos roles permite que se hagan a medias las cosas.
- Mayores cambios hormonales.
- No tener momentos de disfrute, de descarga o de socialización de calidad.
Estas situaciones llevan a sentirse muy presionada, dentro de una inercia de la que no se puede escapar. Finalmente, empiezas a sentir que no tiene sentido lo que haces a diario, y derivas en pensamientos negativos, rumiaciones desgaste físico y mental.
2. La genética
Si en tu familia hay antecedentes familiares de depresión, ya sea hombre o mujer, la probabilidad de sufrir depresión o distimia puede aumentar, aunque esto no siempre es así. Por ejemplo, es posible que mujeres sin antecedentes familiares de depresión desarrollen depresión o distimia, mientras que algunas mujeres de familias con antecedentes de depresión no la sufran. Las investigaciones genéticas muestran que la depresión podría estar relacionada con una combinación de factores ambientales, múltiples genes y otros factores de riesgo.
3. Problemas de salud
Las enfermedades crónicas como el cáncer, las enfermedades cardíacas o la diabetes pueden aumentar la probabilidad de tener o desarrollar una afección de salud mental.
Principalmente aparecen síntomas de depresión luego de ser diagnosticadas con una enfermedad que afecta su vida, puede que no gravemente pero es una nueva característica que debe ser incorporada a su autoconcepto. Sentimientos de fragilidad, incredulidad y vulnerabilidad son los más frecuentes. Conlleva que la mujer comience a replantear muchas cosas sobre su vida, lo que a veces lleva a pensamientos melancólicos y depresivos.
Estos síntomas pueden disminuir a medida que se adaptan o reciben tratamiento para esa enfermedad y un buen acompañamiento psicológico en caso de que sea necesario.
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4. Las sustancias químicas y las hormonas en la depresión
La química que habita y se desarrolla en nuestro cerebro es un factor muy importante en los trastornos depresivos.
Las tecnologías modernas de obtención de imágenes del cerebro, como la resonancia magnética (RM), muestran que el cerebro de las personas que padecen de la depresión es diferente a la del cerebro de quienes no la padecen. Las partes del cerebro responsables de regular el estado de ánimo, pensamiento, sueño, apetito y la conducta parecen no funcionar normalmente.
Los científicos también están estudiando la influencia de las hormonas femeninas, las cuales cambian a lo largo de la vida. Los investigadores han demostrado que las hormonas afectan directamente la química del cerebro que controla las emociones y el estado de ánimo. Existen etapas específicas durante la vida de una mujer que son de especial interés, como la pubertad; los días antes de los períodos menstruales; antes, durante e inmediatamente después de un embarazo (posparto), y el período inmediatamente antes y durante la menopausia (perimenopausia).
5. El Trastorno disfórico premenstrual
Existen mujeres que pueden ser susceptibles a un tipo severo de síndrome premenstrual conocido como trastorno disfórico premenstrual o TDPM. Durante la semana previa a la menstruación, aquellas afectadas por el TDPM experimentan síntomas tales como depresión, ansiedad, irritabilidad y cambios de humor que pueden interferir con su funcionamiento normal. A pesar de que las mujeres que sufren de TDPM debilitante no tienen necesariamente cambios hormonales anormales, responden de manera diferente a dichos cambios. Además, pueden tener antecedentes de otros trastornos del estado de ánimo y diferencias en la química cerebral que las hacen más sensibles a las alteraciones hormonales relacionadas con la menstruación. Actualmente, los científicos están investigando cómo los cambios cíclicos de los estrógenos y otras hormonas pueden afectar la química cerebral relacionada con la depresión.
6. La Depresión posparto
Es frecuente que a veces surja una especie de depresión después de dar a luz. Esto es por los cambios hormonales y físicos por las que una atraviesa, sumado a la nueva responsabilidad de cuidar al bebé. Se vuelve normal tener sentimientos encontrados respecto el o ella. Y todo esto resulta muy estresante y de gran peso para la nueva mamá.
Muchas mamás primerizas pueden sentirse un poco tristes después de dar a luz, es lo que se llama “tristeza posparto”. Pero hay algunas que pueden sufrir de una depresión más fuerte, que necesita ayuda y tratamiento para sentirse mejor. Los estudios dicen que las mujeres que acaban de ser mamás tienen más riesgo de tener problemas emocionales, como depresión, durante muchos meses después de dar a luz.
Hay estudios que dicen que las mujeres que sufren de depresión posparto, normalmente ya han tenido episodios de depresión antes. A veces las mamis tienen estos episodios mientras están embarazadas, pero no se dan cuenta. Los estudios dicen que ir al médico durante el embarazo y después de dar a luz es una buena idea para detectar la depresión.
7. La Menopausia
Los cambios hormonales aumentan durante la transición entre la premenopausia y la menopausia. Aunque algunas mujeres pueden entrar en la menopausia sin problemas de estado de ánimo, otras tienen mayor riesgo de padecer depresión. Esto parece ocurrir incluso entre las mujeres que no tienen antecedentes de depresión.
Pero, la depresión es menos común en las mujeres durante el período posterior a la menopausia.
8. Factores psicológicos que contribuyen a la depresión
La baja autoestima, la ansiedad, el perfeccionismo, la autoexigencia, la desmotivación, la procrastinación, el pensamiento negativos, son factores que contribuyen en gran medida
9. Factores sociales de la depresión
El aislamiento social, una ruptura amorosa la falta de apoyo y la discriminación pueden aumentar el riesgo de depresión en las mujeres.
¿Cómo las mujeres pueden enfrentar la depresión?
Es importante que las mujeres comprendan que la depresión es una enfermedad real y que no tienen que sufrir en silencio. La depresión no es una debilidad personal o una falta de voluntad. Es una enfermedad mental que requiere tratamiento profesional.
Si te sientes deprimida, busca ayuda de inmediato. Hay varios tratamientos disponibles, incluyendo terapia, medicamentos y cambios en el estilo de vida. La terapia cognitivo-conductual (TCC) es un enfoque comúnmente utilizado para tratar la depresión, ya que puede ayudar a las mujeres a cambiar sus patrones de pensamiento negativos y desarrollar habilidades para manejar el estrés. Los antidepresivos también pueden ser efectivos, especialmente cuando se combinan con la terapia.
Psicoterapia cognitivo – conductual como tratamiento para la depresión.
Si no conces mucho de eesta terapia puedes leer más aqui. Se aplica para identificar las creencias y las actitudes distorsionadas acerca del evento precipitante y de sí mismo. Buscar el origen de los síntomas en el entorno del paciente y la forma en que se ha enfrentado a estos. Está dirigida a la modificación de comportamientos y pensamientos. Está orientada hacia el presente, se investiga el funcionamiento actual. El énfasis de este tipo de terapia está puesto más en el “qué tengo ue hacer para cambiar· que en el “por qué”. La relación terapeuta-paciente es de colaboración, se comprometen a trabajar con un objetivo común. Tiende a fomentar la indepedencia del paciente, se enfatiza el aprendizaje, la modificación
de conducta, las tareas de autoayuda y entrenamiento de habilidades sociales.
Está centrada en los síntomas y su resolución. Pone énfasis en el cambio y en la resolución de problemas.
Además de recibir tratamiento profesional, también hay pasos que las mujeres pueden tomar para reducir su riesgo de depresión. Es importante cuidar el cuerpo y la mente practicando una dieta saludable, haciendo ejercicio regularmente y durmiendo lo suficiente. También es importante conectarse con amigos y familiares, y buscar apoyo cuando sea necesario.
En resumen, la depresión es una enfermedad mental seria que afecta a muchas mujeres en todo el mundo.
Es importante comprendas que no estás sola y que hay tratamientos disponibles. Si estás luchando con la depresión, busca ayuda de inmediato. Juntas podemos superar la depresión y llevar una vida feliz y saludable.
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Jennifer✨